El mundo está cada vez más interconectado y eso hace que se necesite una red de Internet veloz, estable y acorde con las necesidades. Conforme la tecnología avanza, también lo hace Internet. Ahora, la integración de la fibra óptica y el 5G son una solución que convive en el mundo en que vivimos.
Pero, ¿cómo se combinan? ¿Por qué la fibra óptica y el 5G son dos tecnologías que proporcionan una experiencia de conexión única y que mejora la comunicación en línea? En este artículo te lo contamos.
Velocidad y capacidad de conexión
La fibra óptica es uno de los grandes pilares de la red de Internet de alta velocidad. Gracias a su capacidad de conexión, que sustituyó a las tradicionales, como era el cable o el ADSL, permite una velocidad muy rápida y estable, ya sea para un uso en el hogar o en la oficina. Y son muy asequibles, sobretodo si navegas un poco por internet y comparas las diferentes ofertas de tarifas de fibra y móvil.
No solo te ayuda a subir y descargar grandes archivos en segundos, sino que no pierde la señal. Es por eso que es una de las preferidas, sobre todo cuando cada vez se demanda más por actividades como es el streaming, videoconferencias o aplicaciones de realidad virtual.
Pero no es lo único.
También está disponible el 5G. Cuando se lanzó, y teniendo en cuenta que el despliegue total se espera para 2025, fue una tecnología que supuso un avance significativo en lo inalámbrico, con una conectividad móvil superior a lo que se tenía antes. Entre las mejoras, destaca en las conexiones rápidas y fiables, tanto como las de fibra.
Pero, al combinar las dos tecnologías, es cuando realmente se notan los avances tecnológicos. La fibra óptica mantiene una base sólida, rápida y estable. El 5G complementa esa base al tiempo que extiende la conectividad a las zonas a las que la fibra aún no llega, como por ejemplo las zonas más rurales o de difícil acceso.
Aplicaciones y usos prácticos
Hoy día, la fibra y el 5G los utilizamos a diario, tanto en el hogar como en la oficina, en movilidad, etc.
En el hogar, la gran mayoría dispone de fibra óptica que permite una conexión sin altas y bajas, sin pérdida de señal o momentos en los que se ralentiza todo y hay que esperar, o pausar, para que vuelva a coger ritmo. Características que ocurrían con los métodos tradiciones.
La fibra no es así. Ahora puedes disfrutar de una película o una serie sin tener que pausarla y esperar a que el buffer se llene para verla sin cortes. Pues aprovechar la mejor calidad de imagen en tu pantalla o en las televisiones. Y sin olvidarnos de los dispositivos IoT (Internet de las Cosas) en el hogar, como asistentes virtuales, cámaras de seguridad inteligentes y termostatos conectados, todos ellos con la necesidad de una red que sea capaz de ofrecer velocidad y estabilidad.
El 5G, por su parte, es un complemento que llega a todos los rincones de una casa, incluso a aquellos lugares en los que la conexión de fibra o la señal WiFi deja mucho que desear.
Algo similar ocurre fuera del hogar, donde, en este caso, es el 5G el verdadero protagonista. Caracterizado por velocidades rápidas y una latencia muy baja, puedes disfrutar de plataformas de reproducción en tiempo real, aplicaciones y hasta juegos avanzados sin que se ralentice la imagen o el vídeo ni tengas que soportar parones o pausas que arruinan la experiencia.
Fiabilidad y redundancia
Quizá no lo sepas, pero la fibra óptica trabaja a través de pulsos de luz. Estos son los que transmiten los datos y hacen que sea prácticamente ilimitada. Como no tiene interferencias externas, eso hace que la conexión sea más estable, se reduzca la latencia y se transmitan rápido los datos.
¿Por qué es ideal esto? Debido a que aquellas aplicaciones, programas o necesidades en las que se precisa un Internet constante y fiable lo demandan. Hablamos, por ejemplo, de videoconferencias, de telemedicina o incluso de sistemas financieros con transacciones en tiempo real que no pueden permitirse interrupciones.
Pero, ojo, porque ninguna tecnología es a prueba de fallos. También le ocurren. Y por eso, al combinarla con el 5G, tienes una segunda conexión que te permite seguir manteniéndote conectado. Es más, no sólo es una conexión sustituta, sino que se convierte en la principal cuando la tecnología de fibra falla o no llega en buenas condiciones.
Por ponerte un ejemplo. Si estás manteniendo una reunión por videollamada con un cliente y tu fibra falla por cualquier motivo, el respaldo que te ofrece el 5G al conectarlo a tu ordenador te permite seguir con esa videollamada. Es más, evitas cualquier interrupción o tener que reprogramar la reunión, con el consiguiente perjuicio en tu día a día.
Impacto en el futuro de la conectividad
Son muchas las noticias que nos avisan de que el 6G está a punto de llegar. De hecho, si te gusta la tecnología sabrás que, prácticamente al lanzarse el 5G ya había países que trabajaban en una evolución aún mayor de esta tecnología. Y ahora, para 2025 países como Corea va a empezar las pruebas del 6G.
Pero seguramente, la fibra óptica no se quede atrás. A ciencia cierta no sabemos qué ocurrirá con esta, si se mantendrá o finalmente las tecnologías inalámbricas acabarán por ser sus sustitutos. Pero ahora mismo la convergencia de la fibra y el 5G es una unión ganadora.
Pensando en el futuro, con los hogares cada vez más inteligentes, donde contaremos con electrodomésticos, sistemas de seguridad, luces inteligentes y otras tecnologías que requerirán una conexión a Internet estable, el 5G y la fibra óptica son un buen combo. Donde una falle, la otra estará para suplirla.
Y no solo dentro de casa, sino también en el exterior, para dispositivos en el jardín, la piscina o el garaje.
Esto ayudará a que las ciudades sean también inteligentes, no solo a nivel urbano, sino también laboral, consiguiendo avances que, hace diez o veinte años, eran todavía impensables o parecían cosa del género futurista en películas y series.
Por supuesto, aún quedan muchos desafíos y mejoras que ayudarán a construir un mejor futuro en la conexión. Pero se va por buen camino. Además, teniendo en cuenta que la sociedad está conectada las 24 horas, la apuesta por un Internet cada vez más rápido, incluso conectando al ser humano, no sería tan descabellado.
Ahora te toca a ti, ¿te has dado cuenta de cómo la fibra óptica y el 5G han supuesto un antes y un después en las conexiones? Ellas serán la base para lo que llegará en el futuro.