Este febrero de 2025 Microsoft dio a conocer Muse, un modelo de IA (inteligencia artificial) que había desarrollado con la colaboración de un estudio que forma parte de Xbox Game Studios, Ninja Theory. Este nuevo modelo de IA generativa está diseñado para desarrollar videojuegos y transformar estos de como los conocemos a como podrían evolucionar.
Pero, ¿qué es Muse? ¿Has oído hablar de este modelo? ¿Qué tal puede cambiar el ámbito de los videojuegos? De todo esto es de lo que quiero hablarte a continuación. ¿Vamos a ello?
Qué es Muse
Lo primero que necesitas conocer de Muse es que estamos ante un modelo de inteligencia artificial. El objetivo que tiene es ayudar a los programadores de videojuegos a generar gráficos y acciones de controlador. ¿Y cómo lo hace? Según han explicado, se trata de usar secuencias de juegos para generar su propio contenido y experimentar con nuevos desarrollos.
Verás, Muse fue entrenado durante más de siete años a través de partidas anónimas usando un videojuego multijugador llamado Bleeding Edge. En total, se acumularon más de 500,000 sesiones de juego, así como más de 100,000 millones de imágenes. Todo ello forma parte de su base de datos, a la que han denominado «7 Maps dataset».
Esto supone una gran diferencia y es que, al contrario que otras inteligencias artificiales, que han aprendido de reglas predefinidas y de datos limitados (es decir, que se basan en un conocimiento más estructural), Muse tuvo más facilidad al poder analizar y aprender de las distintas partidas de juegos.
En concreto, los desarrolladores evaluaron a Muse en tres aspectos clave:
- Su consistencia, en el sentido de que tiene la capacidad para generar secuencias que vayan acordes a la propia dinámica del juego, sin que se salga o cambie el rumbo del videojuego.
- Diversidad, porque sea capaz de crear variantes con el mismo inicio. Pero dándole la posibilidad al jugador para que el juego evolucione según la forma que tenga de jugarlo.
- Persistencia, en el hecho de poder incorporar y mantener las modificaciones que haga el usuario. O incluso de añadir nuevos elementos en el entorno del juego.
Todo esto ya se ha probado a través de una aplicación denominada WHAM Demonstrator. Esta herramienta la han usado los propios desarrolladores para interactuar con la IA y ver cómo se va modificando el desarrollo, e incluso influir en él.
De esta forma, Muse puede distinguir y comprender el mundo del juego, tanto física como analizar y prever las distintas reacciones de los usuarios a ciertas acciones. Dicho de otra manera, entiende el juego que tienes entre manos y es capaz de desarrollar una secuencia de juego acorde a cada jugador, haciendo que el juego se adapte a la jugabilidad de este.
Qué implica que exista Muse
Como te hemos dicho al principio, Muse ya está aquí, desde febrero de 2025, y eso significa que el sector de los videojuegos, al igual que otros sectores que se vieron afectados por la inteligencia artificial, va a cambiar. Y mucho.
Para empezar, Muse podría ser capaz de adaptar títulos antiguos de las consolas a las nuevas plataformas y mejorar sus gráficos e historia para rescatar esos clásicos que, ahora, solo se pueden jugar a través de una consola antigua. Esto implicaría poder rescatar títulos antiguos y darles una nueva vida.
Pero no es lo único. Muse no solo sirve para mejorar lo antiguo, sino que también es capaz de ayudar a los diseñadores a crear nuevas experiencias de juego y a probarlas. De esta forma, no tienen que perder tiempo en programarlas de cero, o haciendo que su trabajo se ralentice.
Por ejemplo, en lugar de que haya que programar algo para probarlo, se usaría Muse para darle las indicaciones de la experimentación que se quiere llevar a cabo. Esta lo crearía y no tendrían que ocupar tiempo en esa tarea, sino que podrían dedicarse a la parte más creativa.
La optimización de flujos de trabajo, relacionado con lo anterior, sería toda una realidad, porque Muse podría usarse para ciertas tareas dejando aquellas que son más específicas y más creativas para los desarrolladores. Además, sería un gran aliado a la hora de identificar o corregir errores, de diseñar niveles o de generar acciones que, a priori, pueden no pensarse en un principio.
¿Está Muse quitando el puesto a muchos desarrolladores y programadores?
Esta pregunta no es fácil de responder. Pero, como ya ocurre en otros sectores, es cierto que Muse puede hacer peligrar puestos de trabajo. Aun así, hay que tener en cuenta que hablamos de una IA relativamente nueva, y que todavía no se puede decir que sea práctica al 100 %. El modelo aún tiene que probarse y evolucionar para que realmente sirva y pueda sustituir el trabajo de una persona.
Además, no hay que olvidar que esta herramienta es costosa y necesita de grandes volúmenes de datos para funcionar de forma adecuada. Eso haría que los estudios pequeños no pudieran acceder a ella.
Con el paso del tiempo se podrá ir viendo si realmente es una aplicación útil para el sector de los videojuegos. Por ahora, como todo, está empezando y al igual que ChatGPT, tiene fallos y errores. Así que todavía tardará años en desarrollarse de manera completa y que esta madure para que sea 100 % viable su utilización.
De hecho, Microsoft mismo avisa que Muse está aún en desarrollo, si bien le ve bastante potencial. No solo para ayudar en el trabajo a los desarrolladores, sino también para que estos puedan crear mejores videojuegos para los jugadores. Es por eso que la compañía quiere abrir Muse y WHAM Demonstrator a los desarrolladores y usuarios que quieran experimentar. El objetivo es tratar de mejorar la herramienta a través de todas esas interacciones con ella.
Esto podría mejorar significativamente la herramienta, al dotarla de diferentes puntos de vida y formas nuevas de desarrollar los videojuegos. E incluso de hacer pruebas, lo que hará que evolucione aún más rápidamente. Pero a nivel de creatividad todavía se seguirá necesitando a los humanos para conseguir darle corazón a los videojuegos.
¿Te animarías tú a probar Muse?