Si alguna vez te has preguntado ¿Qué hago si no funciona el teclado de mi portátil? ¡No dejes de leer este interesante artículo! En él encontrarás la solución a cada una de las posibles causas, y un poco más.
No funciona el teclado de mi portátil
El teclado es una herramienta informática que permite la comunicación entre el computador y el mundo exterior. Desde sus inicios, constituye uno de los periféricos de entrada de información de uso más frecuente. De tal manera que hayan ido evolucionando, hasta existir hoy en día diversos tipos de teclados, algunos con características especiales que facilitan su uso, como por ejemplo: los teclados inalámbricos, los ergonómicos, entre otros.
Por otra parte, cada día son más los adeptos a las computadoras portátiles, las cuales presentan una variedad de ventajas, entre ellas la facilidad de traslado y la inclusión de múltiples funcionalidades en equipos de diseño compacto.
Es por ello que muchas personas tienden a desesperarse ante lo siguiente: ¿Qué hago si no funciona el teclado de mi portátil? Aunque el teclado es también uno de los componentes más complejos del PC, acá te enseñaremos cómo solucionar este problema. Sin embargo, antes recordaremos algo sobre su funcionamiento.
Básicamente, el teclado consiste en un conjunto de interruptores, comúnmente denominados teclas, los cuales se encuentran conectados al microprocesador. Éste responde automáticamente ante cualquier cambio sufrido por dichos interruptores, generando la ejecución de una acción.
Debido a la existencia de estos circuitos electrónicos, el teclado puede dejar de funcionar sin aviso previo. Entre los principales problemas se pueden mencionar los siguientes:
El teclado no responde
En algunas oportunidades el teclado del portátil puede que no responda, una de las posibles razones por las cuales esto puede suceder es porque el mismo se haya desconfigurado. Si es así, la solución es bastante sencilla.
En primer lugar, vamos al menú Inicio de Windows y dentro de él buscamos el Panel de Control, seguidamente el Administrador de dispositivos. En esa parte debemos chequear que el teclado aparezca en la lista.
Una vez lo localizamos, damos clic derecho sobre él para visualizar las propiedades del mismo. Allí seleccionamos la opción Desinstalar y al culminar lo volvemos a instalar. Finalmente reiniciamos el portátil. Ahora el teclado del portátil está listo para volver a usarse.
El teclado responde solo
Otras veces puede ocurrir lo contrario: el teclado del portátil responde solo, es decir, aparecen letras y caracteres en el documento sin que hayamos presionado alguna tecla. Esto es un signo claro de infección por virus o maleware.
Al igual que en la sección anterior, solucionar este problema resulta increíblemente sencillo. Pues solo basta con escanear el equipo con algún programa antivirus que elimine cualquier acción maliciosa presente en el portátil.
Las teclas responden con lentitud
Si cuando presionamos las teclas del portátil los caracteres se tardan en aparecer en pantalla, posiblemente se trate de problemas de filtrado. Así que lo que debemos hacer es ir al menú Inicio de Windows y en la caja de búsqueda, situada en la barra de tareas, escribimos la palabra Teclado.
Al aparecer en pantalla la ventana correspondiente, seleccionamos la opción Configuración de accesibilidad del teclado, también funciona con Cambiar el funcionamiento del teclado. De cualquiera de las dos maneras, el siguiente paso es desactivar la casilla de Teclas de filtro.
Con esta simple acción las teclas comienzan a responder a su tiempo.
Los caracteres se repiten
En ocasiones, al presionar una tecla en vez de aparecer en pantalla un sólo carácter aparecen varios a la vez. Esto puede deberse a una de las siguientes razones: desajuste en el retraso de la repetición de las teclas, desconfiguración del idioma del teclado, suciedad en las teclas o infección del equipo por virus.
De esta manera, para descartar la primera causa, buscamos el Teclado a través de la caja de búsqueda situada en la barra de tareas. Al aparecer las opciones en pantalla, vamos a Propiedades del teclado.
Una vez allí, vamos a la sección denominada Velocidad. En la barra de Retraso de la repetición, arrastramos el nivel hasta donde dice Largo. A continuación, seleccionamos la opción Aplicar y luego Aceptar.
Mientras que para revisar si es un problema con el idioma, realizamos la siguiente secuencia: Inicio > Panel de control > Configuración regional y de idioma > Idiomas > Detalles > Configuración. Finalmente seleccionamos el idioma local.
Como ya hemos visto, las dos primeras causas mencionadas requieren la revisión de alguna parte de la configuración del teclado, mientras que si se trata de la existencia de sucio en la superficie del mismo, de tal manera que una partícula pudo haberse introducido en el interior de las teclas, lo recomendable es limpiarlo con un hisopo mojado con alcohol, con mucho cuidado de no forzar el espacio ni salpicar el interior del teclado.
Por último, si se trata de la acción de un virus, debemos considerar la recomendación dada en una de las secciones anteriores.
No funcionan las teclas especiales
Como es sabido, las teclas de función especial son capaces de ejecutar una acción con tan sólo presionar una de ellas. Si en alguna oportunidad dejan de funcionar, lo más probable es que los drivers o controladores del teclado se encuentren desactualizados.
Para remediar este problema, debemos dirigirnos al menú Inicio de Windows y buscar dentro de él el Panel de control. Allí, vamos hacia el Administrador de dispositivos y buscamos el nombre de nuestro dispositivo.
Seguidamente seleccionamos la opción Propiedades, y dentro de ellas, Controlador. A continuación, damos clic derecho y seleccionamos la opción Actualizar controlador.
Si quieres conocer más sobre el teclado, puedes leer nuestro artículo sobre funciones del teclado. Allí encontrarás todo lo relacionado con su clasificación y las funciones detalladas según el tipo de tecla.
Recomendación
Por tratarse de equipos portátiles, los cuales poseen el teclado integrado, es imposible cambiarlo cuando el nuestro deja de funcionar. Por tal razón, es de vital importancia que el mantenimiento del mismo sea una rutina que practiquemos con frecuencia.