Procesadores AMD ¿Cómo diferenciarlos paso a paso?

El procesador puede ser considerado como el verdadero cerebro de tu computador y las diferentes variantes que puedan ofrecerse en el mercado determinarán su desempeño. Revisemos aquí todo lo relacionado con los procesadores AMD.

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Procesadores AMD: el lento crecimiento de una compañía desarrolladora

Los procesadores AMD han debido caminar un largo recorrido de décadas hasta convertirse en una opción inapelable dentro de su nicho de mercado informático. La rivalidad eterna con poderosos nombres como Intel, los diversos pleitos legales y los tropiezos en la fabricación de sus productos han creado un ciclo de falsas muertes anunciadas y resurrecciones inesperadas en la compañía. Sin embargo, en este momento la empresa parece vivir por fin un momento indefinido de vacas gordas y resulta útil repasar un poco la historia de cómo llegaron hasta aquí.

¿Qué es AMD?

Las siglas de Advanced Micro Devices (AMD) designan una compañía fundada hace más de cincuenta años, en 1969, en tierras californianas de Estados Unidos. Sus integrantes, Jack Gifford, Edwin Turney, Jim Giles, Larry Stenger, Frank Botte, Steven Simonsen, John Carey y Jerry Sanders, provenían de compañías de sólida historia en el campo de los circuitos integrados de Silicon Valley, como Fairchild Semiconductors. Así que en un inicio la compañía recién fundada se lanzó también a producir circuitos integrados lógicos, entrando también, pocos años después, en el mercado de las memorias RAM.

El gran salto hacia lo que sería su destino comercial se dio en 1977, cuando estos emprendedores decidieron crear su propio microprocesador a partir de la copia realizada, por métodos de ingeniería inversa, del producto Intel 8080, nombrando el resultado como AMD 8080.

A partir de allí, AMD se ocuparía de lleno a trabajar en el mundo de los procesadores, siguiendo su primer atrevimiento con modelos como Am2901, Am29116 y Am293xx, diseñados especialmente para ser expandidos mediante otros procesadores (bit slicing). Pronto vendría un procesador distinto, el AMD 29k, notorio por ser un chip que integraba unidades gráficas de vídeo junto a memorias EPROM.

Pero hasta esos momentos AMD seguía conectado a los formatos copiados de Intel. Esto cambiaría con los modelos futuros, creados por primera vez desde cero: los procesadores AMD K5, AMD K6 y AMD K7, lanzados a finales de los años 90. Este último, el procesador AMD K7, ni siquiera podía compartir ya la placa base de los procesadores de Intel, requiriendo una placa y un socket propios únicamente de su estructura.

Forcejeo con Intel

Esta escisión de sus modelos tendría su explicación en las Cortes Judiciales de una década antes, donde se acusaba a Intel de incumplir un contrato firmado con AMD en 1982. Este consistía en una suerte de concesión de derechos para producir sus modelos de procesador x86 y satisfacer en conjunto la demanda de IBM. Intel vio pronto con malos ojos la competencia implícita planteada en el mercado por la autonomía paralela de AMD y se negó en 1986 a revelar más detalles técnicos de sus productos.

El pleito se alargó en el tiempo, obligando a AMD a adivinar con sus ingenieros el funcionamiento de los productos Intel, nuevamente mediante un método aún más clandestino de ingeniería inversa, para luego reproducirlos a su manera. Al final Intel acabaría perdiendo el caso, pagando mil millones de dólares por incumplimiento de contrato, pero la mala experiencia había dejado un pésimo sabor en AMD, que sabía que debía buscar un norte propio fuera de la órbita de Intel.

Los procesadores AMD K5, AMD K6 y AMD K7 fueron entonces parte de ese primer esfuerzo independiente, que continuaría con mayor fortuna en su procesador K8 de principios de siglo XXI, que añadía la extensión de 64 bits a las instrucciones de x86. Este hecho cambió en gran medida la historia de los procesadores de su época, pues todos los modelos desde ese momento aplicaron esta misma extensión, incluyendo las máquinas Microsoft. Y también invertiría por fin la dinámica con Intel, que se vería obligada a ejecutar ingeniería inversa para captar el nuevo formato de AMD.

El modelo de procesador Athlon 64 X2 de 2005 también traería otra innovación importante que enaltecería a AMD, el doble núcleo, que aumentaba con mucho la capacidad y potencia de procesamiento del producto a la hora de lidiar con varias tareas simultáneamente.

Esto sería el pistoletazo de salida para que el resto de fabricantes empezaran con los años a añadir cada vez más núcleos en el procesador para aumentar su potencia, llegando a la cifra actual de 32 núcleos de procesador. Pero tras estos dos golpes de liderazgo e innovación, AMD volvería a quedarse relegada al puesto de segunda por la llegada del célebre Intel Core 2 Duo.

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Más y mas núcleos: el fiasco de Bulldozer

AMD se vería obligada a saltar incluso más adelante para sobrevivir en la competencia con su eterno rival, lanzando el procesador Phenom de 2007. Este consistía en una arquitectura K8 con un sistema de cuatro núcleos, por primera vez en la historia de estos dispositivos.

Tres años después, en 2010, AMD se aventuraba incluso con los seis núcleos de procesador en su Phenom II X6, para ponerse a la par con Intel, que también había alcanzado ya los cuatro núcleos. Y luego, a partir de la compra de la compañía fabricante de tarjetas gráficas ATI Technologies, AMD se embarcó en el proyecto Fusion, que buscaba fusionar el procesador con la tarjeta gráfica y 16 carriles para dispositivos periféricos en una misma cápsula.

De este objetivo nació el producto AMD Llano, que permitió a la compañía ponerse por delante de Intel momentáneamente, por la adaptabilidad de su creación con el mundo de los videojuegos 3D de PC, que necesitaba la mayor integración entre procesadores y gráficos posible. Intel no pudo competir con su oferta Westmere de procesadores de potencia inferior y admitió derrota, preparando al mismo tiempo el siguiente golpe creativo.

Este llegaría por medio de la llamada segunda generación de procesadores Intel denominados Sandy Bridge. A pesar de que AMD intentó de nuevo ponerse cabeza a cabeza con el gigante tecnológico por medio de una cantidad aún mayor de núcleos, su producto Bulldozer de 2011 tenía en total menos potencia que el Sandy Bridge, con muchos menos núcleos. El resultado fue un fiasco de rendimiento que llevó a la compañía a un bache creativo y empresarial de cuidado. ¿Cómo volver al ruedo?

Una resurrección: el milagro de los procesadores AMD Zen y Ryzen

La respuesta que encontró la compañía AMD fue recurrir a dos fichajes fundamentales para volver a levantar la cabeza. El primero era un viejo amigo de la casa, el ingeniero Jim Keller, que había sido esencial en el pasado para la construcción de la arquitectura K8 y en la producción de los históricos Athlon 64 de doble núcleo. Su reincorporación tras una larga ausencia fue determinante para aportar rigor e inventiva a una empresa ya anquilosada en huidas hacia adelante.

El otro fichaje, por otro lado, fue la ahora poderosa Lisa Su, empresaria e ingeniera taiwanesa que se puso como líder indiscutida de AMD como su nueva Presidenta CEO. Su trabajo aportó una frescura y tenacidad en la compañía que realmente la hizo resurgir de sus cenizas, dejando atrás rumores de quiebra, venta y desaparición. No en balde fue nombrada en 2014 como Ejecutiva del Año por la prestigiosa revista EE Times y tuvo también un lugar destacado en la lista de los Grandes Líderes del Mundo en la publicación de 2017 de la revista Fortune.

La estrategia de Lisa Su se basó en la diversificación radical de los objetivos de AMD. A pesar de algunas experimentaciones de años anteriores, la compañía se había centrado en producir procesadores para el mercado de PC, dejando apenas un 10 % para productos de otros nichos. La nueva presidenta propuso elevar esa cifra a 40 %, lográndolo apenas tres años después de su incorporación a la empresa.

Este porcentaje estaba dedicado a áreas consideradas secundarias en épocas previas, pero ahora convirtiéndose en áreas de crecimiento inequívoco, como el campo del videojuego (en consolas de Xbox One y PS4), los Centros de Procesamiento de Datos y las tecnologías de inmersión virtual. Esta misión llevó a la compañía a trabajar en conjunto con grandes como Microsoft y Sony, ampliando su campo de influencia.

A raíz de este nuevo enfoque empresarial, vendrían los nuevos productos. La nueva camada triunfante de AMD se denominaría Ryzen y estaría basada en una innovadora arquitectura denominada Zen desarrollada por el ingeniero Keller. Estos nuevos productos serían los primeros procesadores de característica modular del mercado, con ocho núcleos esta vez muy potentes, apostando por la energía individual antes que por la extensión de la cantidad.

La evolución de la serie Ryzen se ha extendido desde 2017 hasta la actualidad, aportando más de cuatro años de buen rendimiento, éxito de ventas y buenas críticas, superando cualquier escepticismo inicial sobre la empresa. Intel se ha quedado bastante atrás por haberse acomodado antes de tiempo, debiendo correr a tomar medidas, como por ejemplo, contratar a Jim Keller durante dos años.

El apelativo Zen de la arquitectura de AMD proviene, como se sabe, de la filosofía budista. Esta predica la meditación, la fortaleza interior y la recepción reposada de lo que el universo tiene para ofrecer. AMD vivió este momento de reflexión pausada luego de Bulldozer, disparándose luego hacia el infinito gracias a las manos providenciales de Jim Keller y Lisa Su.

No todo tiene porque estar definitivamente perdido en el ámbito tecnológico y empresarial, siempre que se aprenda la manera de surfear los ritmos de la evolución de nuestra época. También podría interesarte leer sobre la tarjeta gráfica 4k.

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¿Cómo diferenciar los procesadores AMD?

La amplia gama de procesadores AMD en estos años de cumbre tecnológica es tan vasta que puede desorientarnos bastante si no estamos acostumbrados a la jerga propia del medio. La superposición de generaciones y nombres en la historia del catálogo AMD resulta casi inabordable en ocasiones, incluso si descartamos los que ya no se encuentran en el mercado. Así que veremos una breve lista de estos productos con la manera más rápida de identificarlos.

Si tienes un interés especial en todo lo relacionado con procesadores digitales, quizá te resulte de provecho visitar este otro artículo de nuestra web dedicado a los procesadores más potentes ¡Sigue el link!

Serie FX, Athlon y APUs de arquitectura Bulldozer

A pesar de ser parte de un pasado ya superado para AMD, las series de arquitectura Bulldozer siguen teniendo una larga vida para muchos usuarios, por su estabilidad de estructura modular con núcleos y por su bajo costo a estas alturas del desarrollo global.

La primera gama que es necesario distinguir es la serie FX, la cumbre en su momento para la empresa, con versiones que rondan entre los cuatro y ocho núcleos, con socket AM3+. La nomenclatura de cuatro números para diferenciar cada producto consiste en lo siguiente:

  1. El primer número de la serie que sigue a las letras FX señala el número de núcleos. Por ejemplo, un FX 4350 tendrá cuatro núcleos, como indica el primer número 4. Lo mismo ocurrirá con el FX 6350 (seis núcleos) y el FX 8350 (ocho núcleos).
  2. El segundo número de la serie tras el FX indicará por su parte el tipo de arquitectura bajo el cual fue creado el producto. El número 3 del producto FX 8350, por ejemplo, representa una mejora de la arquitectura Bulldozer denominada Piledriver.
  3. El tercer número del código luego de las letras FX tiene que ver con el GHz, la frecuencia de trabajo del procesador, la principal razón por la cual los modelos FX se han mantenido en el tiempo. Mientras más alto sea el número, mayor será la frecuencia base del modelo. Las equivalencias son un tanto complicadas, pero basta exponer que un modelo FX 4300 tiene una frecuencia de 3,8 GHz-4 GHz. Un FX 4350 tendrá por otra parte 4,2 GHz-4,3 GHz.

Con dos módulos de cuatro núcleos y socket de FM2/FM2+, la famosa serie Athlon también debe ser revisada en su clasificación. Si bien se ha quedado bastante atrás en la marea de desarrollo tecnológico, sigue siendo bastante funcional en algunos cometidos informáticos o juegos digitales básicos. Su nomenclatura consiste en lo siguiente:

  1. El primer número del código de clasificación después del X4 indica el tipo de arquitectura utilizada en su fabricación. Cada número simboliza una arquitectura distinta en la compañía: el número 9 de un Athlon X4 940 representa la arquitectura Excavator, el 4 del modelo Athlon X4 750 es de nuevo la arquitectura Piledriver y el 8 de un Athon X4 830 representa a Steamroller.
  2. El segundo número del código tras el X4, por su parte, señala las distintas velocidades de trabajo del modelo. Un Athlon X4 950, por ejemplo, funciona a una velocidad de 3,5 GHz-3,8 GHz. Un Athlon X4 940 correrá a una velocidad de 3,2 GHz-3,6 GHz.

Los procesadores APU (Accelerated Processing Unit) desarrollados por AMD, con cuatro núcleos, dos módulos, GPU de 512 shaders y socket FM2-FM2+, también tienen unos códigos clasificatorios propios, que pueden resumirse así:

  1. La primera letra y número representan el número de núcleos del modelo. Un A6, como en el caso del APU A6 9500, indicarán dos núcleos y un módulo entero, al igual que sus números inferiores. En cambio, un A8, como el APU A8 9600, tendrá cuatro núcleos, al igual que sus números superiores.
  2. El primer número el modelo se refiere a la generación y la arquitectura del modelo. Las APUs marcadas como 6000 son de Piledriver, los de 7000 son de Steamroller, los de 8000 de Excavator y los de 9000 de Excavator v2. La generación vendría, según el orden ascendente anterior, como Terascale 3, GCN y GCN 1.2.
  3. El segundo número es también la velocidad de trabajo GHz, con números más altos representando las más altas frecuencias.
  4. En algunos modelos aparecerá la letra K en el código. Esta indica a procesadores con posibilidad de overclock por tener el multiplicador desbloqueado.

Procesadores AMD Ryzen

Los procesadores Ryzen, un verdadero milagro para su compañía por la manera súbita en que los encumbró en la competencia con Intel y por la calidad de bajo precio que ha logrado imponer en el mercado, también tiene una nomenclatura particular. Los modelos Ryzen de consumo general se clasifican de esta manera:

  1. Como en los casos anteriores, el número  uno indica la cantidad de núcleos del modelo. Los Ryzen 5 poseen seis núcleos, los Ryzen 7 tienen ocho y los Ryzen 3, cuatro.
  2. El segundo número señala la generación del producto. Existen aquí dos generaciones básicas para este tipo de modelos: el ZEN (indicado por el número 1000) o el ZEN+ (número 2000).
  3. El tercer número es la velocidad de trabajo GHz, con un Ryzen 7 1800X funcionando a 3,7 GHz-4 GHz y un Ryzen 7 1700X con una velocidad de 3,4 GHz-3,8 GHz.
  4. La letra X, por último, señala las frecuencias de trabajo más altas con respecto a los códigos que no la tienen. Un Ryzen 7 1700, por ejemplo, tiene una frecuencia de trabajo menor que el Ryzen 7 1700X.

En el siguiente vídeo se nos ofrece una guía bastante sencilla, completa y juvenil para poder identificar las distintas gamas y generaciones de los procesadores AMD. Un recurso audiovisual que puede expandir la información presentada en este texto.

Hasta aquí nuestro artículo sobre procesadores AMD. Esperemos que la competencia de mercado entre las distintas compañías de procesadores nos siga llevando a eras tecnológicas de altura inimaginable. Hasta pronto


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